Nuestra historia tiene como punto de partida el año 1993 cuando nuestro fundador ingresa al mundo de las Conservas de Pescado. Para el año 2005 nuestro Fundador decide modernizar nuestros procesos y adquiere instalaciones y maquinarias nuevas de gran calidad convirtiendo a nuestra Planta en una de las mejores de Latinoamérica.
Nuestro compromiso es, como hace 25 años, ofrecer productos innovadores en Conservas de Atún y Sardinas, cumpliendo con todos los estándares de calidad, y brindando a nuestros clientes un excelente servicio. Para ello sumado a nuestras modernas instalaciones contamos con un personal altamente calificado y reconocido en el rubro.

En PUERTOMAR S.A. procesamos productos del mar cumpliendo con todos los requisitos necesarios para alimentar saludablemente a las familias de los mercados nacionales e internacionales.

PUERTOMAR S.A. desea sembrar en el consumidor final la amplia gama de productos que elaboramos, siendo una empresa innovadora con precios competitivos, al alcance de todos los segmentos del mercado, manteniendo siempre la calidad y el mejor servicio.

La resolución 3.1 de la International Seafood Sustainability Foundation (ISSF) define el cercenamiento de la aleta de tiburón (Shark Finning) como “la práctica en la que se corta y retiene la aleta y se descarta al mar el resto del cuerpo del tiburón”.

Somos conscientes de que el cercenamiento de la aleta de tiburón infringe el Código de Conducta Responsable de la Industria Pesquera y el Plan de Acción Internacional de la FAO para la Conservación y gestión de los tiburones.

Por todo ello, PUERTOMAR S.A., atendiendo a las medidas de gestión aplicadas por las Organizaciones Regionales (OROPs), a los criterios de la ISSF y a las normas nacionales e internacionales para la conservación de la vida marina, establece e incorpora a su política de comercialización de túnidos los siguientes puntos:

1) Condenar y prohibir la práctica del cercenamiento de la aleta de tiburón.

2) Evitar cualquier transacción comercial con barcos que hayan sido identificados por las Organizaciones Regionales (OROPs) o por las autoridades nacionales o internacionales, como segudidores de la práctica de cercenamiento de la aleta de tiburón.

3) Evitar transacciones comerciales con cualquier compañía que no haya prohibido y condenado la práctica de cercenar la aleta de tiburón.